IN MEMORIAM
HOY 28 DE MARZO, ANIVERSARIO
DE LA MUERTE DE MIGUEL HERNANDEZ.
GLOSAS DE “EL NIÑO YUNTERO”
(Miguel Hernández)

CARNE DE YUGO NACIDO
MAS HUMILLADO QUE BELLO
CON EL CUELLO PERSEGUIDO
POR EL YUGO PARA EL CUELLO

Impotente y dolorido
Es hoy mi verso, lamento
por un niño hijo del viento
“carne de yugo nacido”

De bruno y crespo cabello
Negra tez, fuego en los ojos
crece entre espinas y abrojos
“más humillado que bello”.

Lanza al mundo su gemido
en la árida y seca greda
de pobre tierra que hereda
“con el cuello perseguido”

No le alcanzará un destello
de luz, en esa labranza.
aplastada su esperanza
“por el yugo para el cuello”.

NACE COMO LA HERRAMIENTA
A LOS GOLPES DESTINADO
DE UNA TIERRA DESCONTENTA
Y UN INSATISFECHO ARADO

Desde la cuna está en venta
su infancia y adolescencia;
con él no tendrán paciencia;
“nace, como la herramienta”,

Su destino, ser usado;
y sin ningún miramiento
su cuerpo es solo instrumento
“a los golpes destinado”.

Su dura infancia se enfrenta
a una pobreza implacable
y al sustento miserable
“de una tierra descontenta”.

Es cual bestia, machacado
por duros e injustos yugos
de hambre y sol, como verdugos,
“de un insatisfecho arado”.

A FUERZA DE GOLPES, FUERTE
Y A FUERZA DE SOL, BRUÑIDO,
CON UNA AMBICIÓN DE MUERTE
DESPEDAZA UN PAN REÑIDO

Va ganando la partida
en su lucha con la muerte;
que al vivir le ha hecho la vida
“a fuerza de golpes fuerte”

Miembros de recio sarmiento,
con el rostro envejecido
cuerpo que modela el viento
“a fuerza de sol, bruñido”,

Al repartir los papeles
no entró en su casa la suerte.
Tan solo gusta las hieles
“con una ambición de muerte”.

A la tierra recia y dura
Le arranca el fruto exigido.
y entre sudor y amargura
“despedaza un pan reñido”.

Y COMO RAÍZ SE HUNDE
EN LA TIERRA LENTAMENTE
PARA QUE LA TIERRA INUNDE
DE PAZ Y PANES SU FRENTE.

Con la tierra se confunde
hasta fundirse con ella
clava en la greda su huella
“y como raíz se hunde”

Su cuerpo, fruto y simiente
germinará con dolor
mezclando sangre y sudor
“en la tierra lentamente”

Faltará que amor fecunde
en su lucha cada día
su esfuerzo y su rebeldía
“para que la tierra inunde”

De hombres de sangre caliente
en lucha por su justicia
hasta que colme propicia
“de paz y panes su frente”.

ME DA SU ARADO EN EL PECHO,
Y SU VIDA EN LA GARGANTA,
Y SUFRO VIENDO EL BARBECHO
TAN GRANDE BAJO SU PLANTA.

Con impotencia y despecho
me acuso de su desgracia
y así por mi ineficacia
“me da su arado en el pecho”,

mi conformismo me espanta
pues aunque nadie me escucha
tengo en la pluma su lucha
“y su vida en la garganta”,

Su justicia es su derecho
y a ese derecho se suma
también mi dolor y pluma
“y sufro viendo el barbecho”

que su inocencia quebranta
y el olvido, la avaricia
la ambición y la injusticia
“tan grande bajo su planta”.

Jesús Gutiérrez (Madrigal)

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