CUANDO TU TE FUISTE
CUANDO TU TE FUISTE
El día que tu te fuiste
me entraron tales remordimientos
que pensé en cambiarlo todo
quemar tus cartas, tus libros, tus fotos,
quedarme vacío, a cero,
ser un ser nuevo y limpio,
como un reciennacido
esperando dar sus primeros pasos
en este fantástico mundo.
Ese día yo pensaba,
“mañana se la habrá pasado”,
y pasó “mañana” y pasó “pasado”
y no volvieron las oscuras golondrinas
que Bécquer dejó escritas en una rima
ni tus cartas, ni tus libros, ni las fotos de verano.
Y empecé a extrañarte,
y preguntarme qué harías,
preocupado corría
cada vez que el teléfono sonaba
y al otro lado se oía
la voz de mi hermano, o de mis hermanas,
o de un sobrino o de una tía,
y respiraba calmado
y sin hacer ningún caso
repetía los mismos pasos
“si, si, si… otro día hablamos.”
Y soñaba que tu
conmigo estarías soñando,
y me reía pensando
que pudieras hacer lo mismo.
El día que tu te fuiste
quise cambiarlo todo,
y ahora al verlo igual
solo quiero pensar
que volvamos a estar juntos pronto.
COMUNERO