SMOKE

Son las doce

a las dos prometió

irse a la cama

y descansar.

Pelo corto,

ojitos de luna,

sonrisa abierta

como la puerta 

de unos brazos 

que te quieres perder.

La espero en las nubes

para soñar y volar,

¿acaso nadie me escucha?

¿o soy yo el que ve

lo que nadie pregunta?

No, no, no.

Se deja querer,

casi ni se asoma,

tan solo se toma

un tiempo para responder

y entre tanto 

uno y otro cigarro

se van haciendo las …

¿dos? Nooo, LAS TRESSS.

Pero estamos bien.

O bueno, quizás es un suponer

porque el reloj 

a veces, se despista

y se duerme en una arista

de su redondez.

Como su carita,

de mujer sincera y artista

tan característica

que yo la sueño

y la veo en el espejo de la pared

como si fuera mi amiga,

alguien con quien componer

callar, reír y dejar

a la luna con ganas de más.

Y YA SON LAS TRESSS

mañana a madrugar,

la culpa fue del chacha chá

jajaj, 

la culpa fue

por no perder un detalle,

fumar otro antes

y dejarme sorprender.