DESTINO

La vida nos da lecciones
que muchas veces se nos olvidan.
Pero algunas son tan fuertes
que se graban a fuego en la piel escritas.
Son aquellas que nos hablan
del amor a una persona.
Las mismas que nos regañan,
las mismas que nos perdonan.
Esas palabras suelen
encender nuestras miradas,
decir si a casi todo,
caminar tras sus pisadas.
Y llenamos nuestros bolsillos
de recuerdos, de caricias,
de sonrisas y de lágrimas
que si no fuera así,
¿qué sería?… Nada.
Es la vida, c’est la vie,
the way that each one wants to live.
Puede ser que me equivoque,
y que vengan otros luego
diciendo que ya está escrito,
que por mucho que nos empeñemos
el destino es la meta
una propuesta venida del cielo,
desde que naciste,
desde que nacemos.
Yo pensaba que jamás
sabría lo que pasaría.
Que el futuro era mío
y era yo quien decidía.
Pero con el paso del tiempo
estoy descubriendo
lo que me decía una amiga:
“tal vez, un día,
sin saber ni entender,
llegaremos a conocernos”.
Y me paso noches enteras
mirando por la ventana
soñando con rostros y bellas caras,
con manos suaves, aterciopeladas,
zapatos que solo andan
por calles desiertas,
silenciosas, mojadas…
Esperando encontrarse
con aquél cuyo destino
aguarda.

COMUNERO

TAREAS DE BRICOLAGE

Bueno, hoy no sé si me saldrá alguna poesía,
pero lo que les voy a contar es todo un poema,
así que atentos:

Llevo no sé cuantos años con un Citröen ZX y,
según creo recordar, sólo me ha funcionado el
encendedor del coche el primer día. Todos los
demás años que he intentado encenderme un cigarro,
bien por que no llevaba mechero o bien porque quería
probar a ver si funcionaba… NADA. Nunca.

Y ayer, (como soy tan listo y soy todo un manitas)
me puse a quererlo arreglar.

Desmonté los cables de la batería. Por si las moscas
me daba alguna sacudida. Bien. Lo primero es la seguridad.

Una vez metido en el habitáculo del auto, me puse manos
a la obra…

Un destornillador, unos alicates, una linternita que se
iba apagando con el trascurso del tiempo y a penas se
veía nada si no fuera por el sol y un espejo que le coloqué
para que me reflejara los rayos a donde estaba trabajando.

Comienzo… No sé si habrá alguna pestañita que
no lo deja salir.

VAMOS COMU, TU PUEDES.

¿Que si puedo? Como soy un poco burro, atrapé con los alicates
la carcasa de plástico del encendedor y tiré hacia afuera.

¡¡CRAK!!

Uy, algo se ha roto.

¡¡CRAAAAAKK, CROOONKK!!

¿Diooooss, es que no va a salir el mechero para poder poner
otro?

UN POCO MÁS FUERTE, COMU.

¡¡¡CRATACRAAAAKKK CRROOONNNGGG, CHIIIUUUNNNGGGG!!!

He vuelto a colocar los cables de la batería. Mañana, si puedo,
lo llevaré al taller a ver si lo arregla el mecánico,
ahora no arranca.

COMUNERO