Has dicho que tenías frío, y he querido correr para abrazarte; y taparte con mi cuerpo, pero no he podido hacerlo. No te he dado, el calor, mi calor.! el calor humano, que desprende mi corazón y mis verdaderos sentimientos. He intentado buscarte, nuevamente entre las gentes
entre aquellos, que se interponen, a que yo te quiera. Tu ya no estabas.!
Ese frío, ese TERRIBLE FRIO, lo he sentido yo también; muy lejos de ti, pero tan cerca que he llorado como un niño, pensando que es el frío de nuestra distancia, y de nuestro adiós.
Cuando uno no quiere, no se puede hacer que aparezca la LUNA.! si no lo deseas. Ni darle cuerda
al corazón y volver a ponerlo; nuevamente en marcha.!. Si uno de los dos no quiere, seguirá el viejo cofre; de las nuevas ilusiones, cerrado.
He sentido tanto frío, esta noche de Abril… que he pensado que no existe la primavera. Ni tus flores, ni tus frutos, ni tu risa, ni tu color rojo cereza, ni tu dulce voz, que por siempre acariciará
mis oídos, incluso más allá, del tiempo y la distancia.
Tu frío, y el no poder darte ese calor que siento, me ha helado el corazón. Ahora soy yo, el que mira por esa ventana, que muestra un sendero largo, que termina en la orilla de mi MAR, ese que siempre estará ahí, para ti y para mí.
P.D. Por una noche, sólo una noche! pude ver, la Luna en sus ojos, como le pedí en una carta a la Luna.

Gracias a la Luna, por dejarme ver y oír
Gracias a todos.
Gracias a Norton, por dejarme ser el
En Fin..!