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Neron vs Morgana
47Como bien nos ha sugerido nuestro amado y usuario preferido del chat, Neron, para que luego no se diga que hay censura, os brindamos la oportunidad que en este post en comentarios, podáis los que queráis dar vuestras opiniones tanto de Neron como de Morgana. Esperamos que las opiniones sean siempre desde el respeto y argumentando a ser posible, sabemos que para la familia de los trolls os va a ser complicado eso de argumentar, pero seremos comprensivos.
LOCO DE REMATE
0LOCO DE REMATE
Loco, si, de remate,
y juego con mis ilusiones
y mis sueños
y rompo barreras al cielo
hablando con los pájaros
que a mi encuentro salen.
Y las florecillas del campo
al verme, sonríen
y me cuentan sus amores
con sus pétalos de colores
y río y lloro,
y al ver un simple caracol
me emociono.
Poesía contra filosofía
2El poeta ama la existencia. El filósofo, en cambio, se extraña y discurre ante ella. Ambos se sienten invitados a crear desde ella pero mientras la poesía es una experiencia que se recrea en la belleza del mundo -una experiencia que experimentan tanto el autor de los versos con el lector-, la filosofía es una ciencia, una ciencia de la reflexión, un discurrir complejo que también es una experiencia, si se quiere, pero con el concepto como combustible primordial. Donde el poeta experimenta gozo estético el filósofo experimenta gozo intelectual.
YO NO SABÍA…
0
YO NO SABÍA…
Qué alegría me da
que no estés sola.
Que haya alguien ahí
que te bese la boca,
que te robe los sueños,
que te quite la ropa.
Que te haga llorar
y reír a la vez.
¿QUÉ PASÓ?
0¿QUÉ PASÓ?
Una vez me contaron que
cuando dos personas guardaban silencio
es que un ángel estaba pasando,
y como dos extraños
parecían callar.
Y yo pienso que si,
que puede ser eso.
El individuo como paradigma
0El individuo desea manifestar su individualidad y tanto cuando atiende de forma onanista a las prestaciones de su móvil o su iPod, practica footing o describe en su web-blog los momentos de su vida, muestra su afán de mostrarse diferenciado. Vivimos en sociedad, somos seres sociales, pero recalcando nuestros modos y actuaciones, opiniones y estéticas, con complacencia de sujeto que se quiere significar.
Nos aproximamos a los demás pero subrayando lo que nos distingue de los demás. Buscamos su compañía pero sin comprometer nuestra diferencia. No queremos ser uno con el todo. Aún integrado en la Masa el individuo afirma su orgullosa e inevitable soledad.
Había una vez… Un pequeño Troll
1Había una vez…
Un pequeño reino en el que había varias aldeas tranquilas y llenas de diversión, que poco a poco iban creciendo, despacio pero cimentando bien sus casitas. Los aldeanos de las distintas comarcas eran felices y se divertían enseñándose los unos a los otros sus mascotas gatunas o ratunas, o haciendo pases de sombreros peluchiles. Intercambiaban recetas gastronómicas; se prestaban libros y algunos hasta se pasaban el día entero recitando poesías y cantando. Todos eran felices con pequeñas cosas que el Rey Miki les iba ofreciendo, eran agradecidos y sabían disfrutarlas. Un día en toda esa tranquilidad apareció una familia de trolls (los cuales eran inofensivos solo un poco molestos y que no estaban acostumbrados a convivir con personas normales, como los aldeanos) de una aldea lejana al reino, en vez de disfrutar con los aldeanos de las diversiones del reino, empezaron a molestarles. Se dedicaron a eructar, hablar en su idioma de troll, el cual era muy insultante para el que estaban acostumbrados los aldeanos y empezaron a causar el caos por las diferentes aldeas del reino por las que iban apareciendo. Día a día los aldeanos cuando veían que aparecían los trolls se escondían en sus casitas para que estos no les molestaran. Llego un momento en que en la aldea cuando estaban los trolls no había nadie más por las calles. Poco a poco los trolls intentaron sociabilizarse con los aldeanos, ya que jugar entre ellos mismos les acababa aburriendo y eso que tenían sus propias aldeas. También les dejo de divertir pelearse con la aldea de los enanos saltarines y demás seres…
EN RESUMEN…
Un nuevo abanico
0Curiosamente, mientras nos dolemos por una situación de ausencia de valores en el actual almacén moral de la sociedad, su escaparate ofrece, más que nunca, un repleto surtido de modelos de comportamientos y productos éticos al gusto del consumidor y del sentido estético con el que cultiva su propia imagen y dibuja el retrato de representaciones con el que se expone a los demás. No faltan valores, sino que sobran. En el puzle moral de actuaciones que configura el rostro de nuestra sociedad, por numerosos que sean, los huecos se hallan convenientemente ocupados como para poder ya considerarlo un mecanismo tan completamente estudiado y finalizado que imposibilita poder retocarlo más.
El ocaso de la excelencia
0Creíamos que el éxito era una cosa y que la excelencia otra y nos encontramos en que la Masa dirigida por las campañas de publicidad los confunde. Pero por mucho éxito comercial que puedan tener o por muchas cualidades que una falaz publicidad se empeñe en inventar para mostrarlos como productos culturales de una incuestionable calidad semejante a la que tienen los grandes títulos de la literatura, los filmes clásicos o demás grandes obras del espíritu humano, no se ha podido conquistar la fortaleza en que los popes de la excelencia se han refugiado para soportar el auge impertinente de la muy actual tendencia que convierte en basura de consumo desde la literatura hasta la comida; y desde el arte hasta el matrimonio.
Ahora, esos popes de la excelencia y sus adláteres tendrán que atrincherarse más que aún en su fortaleza y cavar zanjas en su redor para hacer soportable el cada vez más poderoso asedio y evitarse así reconocer que los productos de consumo cultural se devalúan cada vez más hacia el detrito de lo paupérrimo y desde la relevancia cultural y espiritual hasta la mera consumición.
Últimos estertores de la gloria
0De la gloria se hablaba desde antiguo hasta hace algún tiempo, quizás, con tono pomposo y pedante, como se habla de lo que se considera muy valioso. Ahora, sin embargo, la gloria ha caído en una suerte de coma irreversible, en un insuperable cuestionamiento por la sociedad como por sus antiguos y más pertinaces propagadores del oficio de las letras y ha quedado cercada por el materialismo de hoy, por el fin de los valores heredados del mundo antiguo que no tienen prolongación en nuestro mundo utilitario y mercantilista.
Así se da que esa vieja moribunda, la gloria, sobrevive entre la indiferencia y el olvido, entre el prosaísmo y el ninguneo, consolando pese a su fragilidad a sus pocos numerosos nostálgicos.
El éxito comercial o de crítica y la fama o su malformación mediática: el estrellato, han dado al traste con su hegemonía y antiguo prestigio. Así el aforismo certero del gran filósofo ha sido sustituido por la ocurrencia graciosa del botarate de turno que triunfa en televisión; la arrogancia de los escritores que aspiraban a suceder a los clásicos ha sido sustituida por la avidez de conseguir un best seller que conquiste el mercado editorial; y el ejemplo pío del santo ha sido sustituido por la ególatra exhibición del altruista que hace saber de sus generosidad en los mass media.
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