Archivo de 20 junio, 2013
A la hoguera del mercado
0El mercadeo obsceno, la búsqueda de lo último, lo mediocre, la falta de profundidad, el afán de lucro y la creación de falsas reputaciones. Todos estos rasgos en mezcolanza abonan el antaño
prestigioso campo del arte. Esta podría ser la era del fin del arte que tantos predijeron. Porque el arte ha olvidado su antigua función de elevar los espíritus y su valor es hoy sólo aquel que fija su precio en la galería.
De igual forma que se negocia con la propia dignidad o se vende la propia privacidad en programas televisivos de testimonio, el artista comercializa su pretendido talento a la vez que se degradan los rasgos que encumbraron su valía social. Hoy los objetos artísticos son solo meros productos mercantiles más y su precio su verdadero valor. Aficionados al arte y filisteos, críticos y coleccionistas habitan el mismo ámbito, un ámbito levantado alrededor de la hoguera del mercado donde arden los antiguos ideales del arte vanguardista y su proyecto utópico. Nada se puede hacer contra esta comercialización del espíritu que señala nuestra época, sentencia nuestro futuro y nos instala en una inmediatez materialista y banal.
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