CAPUCCINOS
Ya soy demasiado mayor
pero aún la recuerdo…
CAPUCCINOS
Demasiado mayor
me decía,
y su risa me perdía
y aunque yo ya lo sabía
seguía soñando que era mía
y viviríamos siempre juntos.
Y es que no me daba cuenta
ni quería suponerlo
que mis años
eran obstáculo
para poder seguir hablando.
Yo era joven entonces,
ella lo tenía tan claro
que por no querer hacerme daño
siempre me lo hacía.
Y quería distanciarse
cuando yo estaba a su lado.
Se apartaba cuando cogía su mano,
si quería hablarla
miraba para otro lado.
Sin embargo,
con ella estaba agusto,
la contaba mis problemas
mis sueños y mis anécdotas,
era como si escribiera
un póster de mi vida entera
mientras que ella,
callaba,
sonreía
y nunca decía
lo que sentía.
Hubo una vez,
que me acarició la cara,
y una lágrima se derramó
de aquella profunda mirada.
de aquella profunda mirada.
Su cabello ya blanqueaba
y aunque lo disimulara
sabía que los años no perdonaban
pero el corazón respondía
y los sentimientos asomaban
como asoma la curiosidad
cuando cree que no hay nada
de qué asustarse.
Seguimos viéndonos,
a las cuatro de la tarde
en el mismo restaurante,
tomando un café en aquel infinito invierno.
Si, fue por ahora,
y hacía este mismo tiempo…
La taza en sus manos
calentaba sus dedos.
Hola.
Hola.
Uff, qué frío hace,…
Si, se está mejor dentro.
COMUNERO